
La economía argentina enfrentó un 2024 complejo, con una primera mitad de año desafiante e incierta, seguida de un segundo semestre más optimista y estable. En este sentido, los principales indicadores del mercado de trabajo se vieron afectados por el escenario económico del primer semestre, y experimentaron cierta mejora para finales del año.
En la era digital, la ciberseguridad ha dejado de ser una preocupación exclusiva del departamento de tecnología para convertirse en una prioridad estratégica que debe estar en la agenda de los CEO.
En el contexto económico actual de Argentina, los contribuyentes enfrentan diversos desafíos al solicitar la repetición de tributos. La inflación persistente y las fluctuaciones en las tasas de interés han complicado reiteradamente la planificación financiera y el cumplimiento de las obligaciones fiscales.
La provincia de Río Negro integra la Región Patagónica de la República Argentina, y entre sus principales actividades económicas destacan la fruticultura, la investigación científica, el desarrollo tecnológico y el turismo. Entre los cultivos de la provincia resalta la producción de peras, manzanas y tomates.
Economista Jefe de PwC Argentina
La economía global ha entrado en tierras desconocidas -al menos para la mayoría de las personas que nacimos luego de la segunda posguerra del siglo XX-. La presidencia de Trump en los EE.UU. está rediseñando el esquema de las instituciones y relaciones que rigieron el mundo a partir del liderazgo de dicho país, tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Y si bien está claro que el viejo orden cruje, no está claro cuál es el que lo reemplazará.
Estados Unidos ha cerrado su economía, incrementando los aranceles de la gran mayoría de los países con los que comercia. Y aún cuando tampoco está claro cuán permanente será dicha suba -o si es simplemente un elemento de negociación geopolítica-, podría desatarse una guerra comercial de consecuencias impredecibles.
Lo que sí está claro y la teoría económica predice es que introducción de restricciones al comercio internacional genera una pérdida de bienestar general. No obstante, en términos relativos puede haber (y habrá) ganadores y perdedores. El desafío para Argentina, como país chico que es en el comercio internacional, dependerá de cómo se anticipe y posicione en la dinámica de alianzas, acuerdos, preferencias y zonas de libre comercio que se vayan configurando a la luz de la nueva dinámica.
Entre tanto, y en el corto plazo, Argentina no está exenta de sus propias turbulencias. Los tiempos que demanda cerrar el acuerdo con el FMI hacen que un nuevo esquema cambiario no termine de alumbrar, mientras que el mercado vislumbra el fin del vigente. Ello ha puesto presión sobre los tipos de cambios financieros y ha aumentado la brecha. Esto, sumado al contexto internacional, ha generado una caída en el precio de los activos argentinos y rebote del riesgo país, lo que aleja la posibilidad de acceso a los mercados financieros internacionales. No obstante, el gobierno preveía no acceder a los mercados de capitales en 2025 y contaría con los fondos para hacer frente a los próximos vencimientos de la deuda.
De este modo, una vez alcanzado el acuerdo con el FMI y dilucidada la incertidumbre cambiaria, podría suceder que no solo cedan las presiones sobre el tipo de cambio, sino que se reviertan. En efecto, con un esquema cambiario definido, una hoja de balance del BCRA fortalecida y fecha de vencimiento para la reducción a los derechos de exportación, no es improbable que se acelere la liquidación de exportaciones y aumenten la oferta en el mercado de cambios.
En la medida en que el contexto internacional no se agrave aún más y deteriore de manera significativa el precio de las commodities, es posible que las turbulencias locales pasen antes de lo previsto.